La Fundación Disenso, preocupada por la persecución del español en algunas regiones de España, publica un Informe sobre la situación del idioma común en el actual Estado de las Autonomías.

El estudio profundiza en los motivos que han llevado a algunos a la restricción del español en favor de las lenguas regionales (también españolas) y, al mismo tiempo, llama la atención sobre la escasa predisposición de los Gobiernos de la nación para remediar hasta la fecha una situación irracional y paradójica, al ser el idioma propio no sólo de los españoles, sino lengua materna de casi quinientos millones de personas.

Para el estudio publicado por la Fundación, el español es el idioma de la soberanía, no sólo por ser el único idioma común a todas las partes de España, sino por ser el único idioma garante de los derechos de todos, residan donde quieran residir y en el momento que quieran. Es por ello por lo que el español es la salvaguardia de los derechos constitucionales de los españoles, sin que, obviamente, estos derechos puedan ser obstaculizados por cualquier política lingüística de una Comunidad Autónoma. El estudio se refiere, por tanto, al propio ejercicio libre de los derechos y a la soberanía nacional, como elementos primordiales de la unidad de la nación.

El Informe subraya la instrumentalización de las lenguas regionales con fines identitarios, con expresos y palmarios objetivos de fraccionamiento de la soberanía nacional mediante la modificación de la realidad sociolingüística de determinados territorios de la misma nación española.

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