El 4 de julio de 1934, Indalecio Prieto, uno de los líderes del PSOE, sacó su pistola en las Cortes para amenazar al diputado de la CEDA Jaime Oriol de la Puerta. El suceso se produjo mientras se debatía sobre la actitud rebelde de la Generalitat catalana, en manos de ERC, frente al gobierno central. El dirigente socialista confesó su acción amparándose en la visión de otra arma de fuego en un diputado de la que nadie fue testigo, tal y como recoge el Diario de Sesiones de las Cortes de ese día.
Este solo fue un ejemplo más de la violencia política de la que el PSOE y sus líderes hicieron gala durante la Segunda República. Además de ser uno de los principales actores de la inestabilidad del periodo, por su vertiente revolucionaria, estuvo implicado en sucesos como la revolución que estalló en Asturias la noche del 4 de octubre de 1934, y se extendió a Cataluña, que dejó unos tres mil muertos y tres decenas de miles de detenidos. Además, militantes socialistas participaron en asesinatos políticos como el del diputado carlista Marcelino Oreja Elósegui, o el del monárquico José Calvo Sotelo.
En esta ocasión, el profesor titular de la Universidad CEU San Pablo, José Luis Orella, analiza este suceso y aborda otros acontecimientos de violencia socialista sucedidos en ese periodo, tanto en España como en otros puntos de Europa.
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