La concepción conservadora de la historia no busca el retorno al pasado, sino el equilibrio entre las nuevas y las viejas realidades sociales y políticas.
La historia es una de las disciplinas más complejas a causa de su arbitrariedad y la subjetividad interpretativa a la que están sometidas las fuentes. Además, no existe una investigación histórica sin una filosofía previa que la sustente, lo que implica, en muchas ocasiones, una visión sesgada o parcial de la misma. Ese factor ha causado que las disputas en torno a la historia hayan sido, y continúen siendo, constantes a lo largo de los tiempos.
Pensadores como Antonio Gramsci plantearon la relación entre el pasado y el presente histórico, alegando que «el presente comprende todo el pasado». De ahí, que, quienes han sido influidos por el legado del escritor comunista, hayan utilizado la historia para influir en el presente y legitimarse en modelos pasados. Sin embargo, también existe una visión conservadora de la historia, que busca el equilibrio entre las viejas y nuevas realidades sociales y políticas. También se caracteriza por su realismo político y su rechazo de concepciones utópicas o teleológicas que buscan la sistematización definitiva del género humano. Es decir, es contraria a las corrientes marxistas. Esta doctrina estaría representada por intelectuales como Carl Schmitt, Juan Donoso Cortés o Sören Kierkegaard.
Abordando la cuestión de si existe una visión conservadora de la historia, la Fundación Disenso presenta un nuevo Ideas, el número XXV. En él, Pedro Carlos González Cuevas, profesor de Historia de las Ideas Políticas y de Historia del Pensamiento Español, analiza las diferentes corrientes historiográficas e incide en la relacionada con los conservadores.
Síguenos en nuestras redes sociales y comparte nuestro contenido: https://linktr.ee/fdisenso
Puede leer aquí el documento completo o descargarlo en el siguiente enlace
20241022_Ideas_XXV