El Tratado de Lisboa fue una fase más en la creación de un Estado federal europeo que integrase y disolviese las naciones de la UE.
El uno de diciembre de hace 15 años entró en vigor el Tratado de Lisboa de la Unión Europea. Un documento que buscaba salvar el fracaso que fue el anterior tratado de la Constitución Europea, que, si bien no se llegó a aprobar, sí sirvió para revelar las intenciones de la élite bruselense. Con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, los Estados miembros cedieron su soberanía en diferentes ámbitos a los órganos de la Unión Europea.
Cabe hacer una evaluación sobre si esta redistribución de poderes ha sido positiva o negativa durante los años que ha sido efectiva. Cabe preguntarse pues, si la situación migratoria en Europa es mejor o peor que hace 15 años. Si el continente es más o menos seguro o si la convivencia es mejor o peor.
Tras 15 años desde su entrada en vigor, la Fundación Disenso recuerda en una nueva nota, de la mano de Pedro Fernández Barbadillo, la firma y aplicación de este tratado de la mejor manera posible: viendo sus consecuencias.