Renegar del turismo y hostigar al turismo extranjero ponen peligro el conjunto del modelo económico español. A España le hace falta más turismo, no menos.
No escapa a nadie que el turismo es uno de los pilares fundamentales de la economía española suponiendo más del 15% del Producto Interior Bruto. España se ha consolidado como uno de los destinos preferidos en el mundo y ello supone un reconocimiento para nuestra historia y nuestro patrimonio.
Según los datos de la Organización Mundial para el Turismo, se estima que en 2024 España superará los 90 millones de turistas sólo detrás de Francia y muy por encima de otros países como Italia o Estados Unidos.
Visitantes internacionales
2015 | 2016 | 2017 | 2018 | 2019 | 2020 | 2021 | 2022 | 2023 | |
Francia | 87.1 | 85.1 | 91.1 | 92.1 | 90.9 | 41.7 | 48.4 | 93.2 | 100.0 |
España | 71.3 | 78.3 | 85.3 | 86.3 | 83.5 | 18.9 | 31.2 | 71.7 | 85.2 |
EE.UU. | 80.8 | 79.5 | 81.0 | 82.0 | 79.4 | 19.2 | 22.3 | 50.9 | 66.5 |
Italia | 51.3 | 53.3 | 59.4 | 61.5 | 64.5 | 25.2 | 26.9 | 49.8 | 57.4 |
Turquía | 43.1 | 30.8 | 32.8 | 40.0 | 51.2 | 15.9 | 29.9 | 50.5 | 55.2 |
México | 45.02 | 24.82 | 31.86 | 38.33 | 42.15 | 24.82 | 31.86 | 38.33 | 42.15 |
Reino Unido | 32.23 | 33.10 | 34.78 | 36.11 | 39.4 | 10.7 | 6.3 | 30.7 | 37.2 |
Alemania | 30.54 | 31.02 | 32.14 | 34.28 | 39.6 | 12.5 | 11.7 | 28.5 | 34.8 |
Grecia | 20.5 | 24.6 | 27.7 | 30.8 | 31.4 | 7.4 | 14.7 | 27.8 | 32.7 |
Tailandia | 16.4 | 17.4 | 18.4 | 19.5 | 39.9 | 6.7 | 0.5 | 11.1 | 28.2 |
EAU | 10.3 | 11.3 | 12.3 | 13.3 | 21.6 | 7.2 | 11.5 | 22.7 | 28.2 |
Arabia Saudí | 9.2 | 10.3 | 11.3 | 12.3 | 17.5 | 4.1 | 3.5 | 16.6 | 27.4 |
Portugal | 11.6 | 12.8 | 13.3 | 13.9 | 14.8 | 2.3 | 5.8 | 17.4 | 18.6 |
Fuente: Organización Mundial de Turismo. Visitantes internacionales
La evolución de los últimos años, si bien no tiene las tasas de crecimiento que se ven en otros países, sí que refleja una industria sana, con capacidad competitiva y que, de mantenerse la tendencia, podría convertirnos en el país más visitado del mundo antes de que finalice la próxima década.
Este privilegio es una muestra más de los orgullosos que debemos sentirnos de nuestro país. Un medio natural único, un patrimonio artístico e histórico inigualable y factores como la gastronomía o la forma de vida, nos hacen ser una referencia para todo el planeta.
Todo esto tiene una traducción directa en unos ingresos para una economía muy necesitada de ellos que suponen trabajo y actividad económica pues, no en vano, España es el segundo país por ingresos de turismo en el mundo.
Ingresos por turismo (2023)
EUR mil millones | |
Estados Unidos | 175.9 |
España | 92.0 |
Reino Unido | 73.9 |
Francia | 68.6 |
Italia | 55.9 |
Emiratos Árabes Unidos | 51.9 |
Turquía | 49.5 |
Australia | 46.6 |
Canadá | 39.2 |
Japón | 38.6 |
Fuente: Organización Mundial del Turismo
Considerando todo el impacto en la economía, el turismo supone aproximadamente el 15% del PIB del país y en muchos casos con una gran capilaridad social que beneficia tanto a pymes y autónomos como a grandes empresas.
Pues bien, este maná que tiene España parece ser la nueva diana de los apóstoles de la precariedad argumentando que “ya son demasiados turistas”. El colmo ha sido ver manifestaciones en emplazamientos que viven literalmente del turismo como Canarias o Baleares protestando por el excesivo número de turistas y cuyas acciones han tenido eco en la prensa nacional e internacional además del apoyo de destacados políticos del espectro de la izquierda.
Hay pocas cosas más irresponsables en política que poner en riesgo un sector económico o acabar con él, como por desgracia hemos tenido que padecer en España desde los años 80. El turismo no puede ser otro sector metalúrgico, otro sector agrario, otro sector naval que, por culpa de unas políticas nefastas, acabaron desmantelándose y, en lugar de contribuir al PIB, acabaron con miles y miles de personas recibiendo ayudas y subsidios. ¿Es eso lo que se pretende?
No podemos permitirnos que una absoluta minoría social resentida y frustrada ponga en peligro una de las pocas actividades que generan unos ingresos constantes para España y para las arcas públicas. Acciones como las que se están produciendo generan una desconfianza y a los únicos que va a beneficiar son a potenciales competidores en el mercado turístico. Como ejemplo, véase como Marruecos o Túnez está fomentando las interacciones con operadores turísticos internacionales para ser una alternativa a Canarias que recibió sólo en 2023 16 millones anuales de turistas. En un entorno económico como el de las Islas Canarias, con desempleo y falta de sectores pujantes y con una situación geográfica aislada, ¿son conscientes quienes protestan por el turismo del peligro que supondría prescindir de este sector?
Como en tantas ocasiones, las razones de las protestas son siempre aparentemente buenas, solidarias y bienintencionadas: la sostenibilidad, la ecología, los precios de las viviendas, la precariedad económica en contraste con la de los turistas y un largo etcétera, pero, ¿realmente solucionarían estos problemas la ausencia de turismo? Sólo desde el desconocimiento y una profunda miopía se puede solicitar que se renuncie a unos ingresos de divisas millonarios que sirven para sufragar servicios sociales e infraestructuras imprescindibles de las que se benefician los turistas pero sobre todo los residentes. ¿O podrían, por ejemplo, Canarias o Baleares tener unas infraestructuras aeroportuarias sin esa afluencia turística continua? ¿Cómo sería la economía de la Costa del Sol si no existiera el turismo?
No hay duda de que existen cuestiones que se podrán regular mejor como el uso de las viviendas turísticas o el exceso de afluencia a entornos naturales. Y la solución no puede pasar por penalizar a quien quiere venir exigiéndole tasas o cuotas. Claro que no. Es el mismo modelo peronista que impuso en Argentina aranceles a la exportación de productos como la carne y que resulto en una carestía en el propio país. Sería como si Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos renunciaran a la exportación de crudo.
Desarrollar un sector económico competitivo es siempre muy difícil y exige una convergencia de muchos factores políticos, económicos, de inversión en infraestructuras, de consolidación de marca, etc. y es lamentable que grupos que protestan desde la frustración social estén en realidad saboteando y hundiendo un sector del que nos beneficiamos todos los españoles, ellos incluidos, al promover una imagen distorsionada e irreal como que los turistas no son bienvenidos.
A España no le sobran turistas. Le hacen falta más. Que vengan y disfruten de nuestro país, que consuman, que contribuyan a que tengamos unas infraestructuras de primer nivel, a que tengamos un sector de servicios desarrollado y competitivo, a que exista una actividad económica que capilarice en todos los ámbitos sociales y beneficie a hoteleros, restaurantes, tiendas minoristas, etc.
El deber de los poderes públicos es fomentar el turismo e incentivarlo. Sin tasas, sin modelos de supuesta sostenibilidad que penalizan la actividad y que privan de rentas e ingresos a la clase media. Lo que precisamos es una visión estratégica que nos lleve a ese primer puesto mundial en visitantes consolidando la oferta existente y diversificándola; apoyándose en el patrimonio cultural, histórico, gastronómico y que de ese modo el turismo pueda servir para mitigar la tendencia demográfica en las zonas rurales.
En definitiva, que frente a la tristeza, ignorancia y el rencor social que busca la pauperización de nuestra sociedad, prevalezca no sólo el encanto y la actitud acogedora que nos hace únicos sino, también, el interés propio y el desarrollo económico.
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