Reproducimos el contenido de la entrevista concedida por el director de la Fundación Disenso, Jorge Martín Frías, en El Reporte.
Pedro Sánchez acaba de ser reelegido presidente de gobierno en España, aunque quedó segundo en las elecciones, ¿Por qué? En el sistema parlamentarista español, los partidos necesitan 176 votos en el Congreso para conformar gobierno y las fuerzas de la derecha se quedaron a muy pocos de llegar. En ese espacio, un Pedro Sánchez debilitado recurrió a todos los partidos del parlamento lejanos a la derecha para conseguir la ansiada reelección. No le importó si fuesen partidos descendientes del terrorismo de la ETA o los separatistas catalanes que intentaron dar un golpe de Estado en 2017. Lo que interesa son los 176 votos.
Para conseguirlos Sánchez hizo un pacto en el que les concede a etarras y separatistas peticiones lejanas a la constitucionalidad. Por ejemplo, pretende imponer una ley de amnistía que elimine las penas a los golpistas catalanes, una reforma que permita el control político a los jueces que los procesaron, una condonación de deudas multimillonarias a la comunidad de Catalunya, entre otros privilegios otorgados tan solo para que Sánchez mantenga el poder.
En este escenario de pactos por impunidad y protestas populares masivas, conversamos con Jorge Martín Frías, director de la Fundación Disenso, Think Tank del partido de derecha español VOX. Frías no se guarda nada y dispara también contra la derecha timorata.
¿Por qué hemos visto ayer unas manifestaciones de rechazo contra Pedro Sánchez de magnitudes tan grandes?
El pueblo español ha salido a protegerse del mayor acto de corrupción que se ha dado en las últimas décadas en España, que es constatar como unos políticos obtienen el poder perdonando a otros políticos que cometieron actos de corrupción y pidieron un golpe de sedición contra la nación española. La ley de amnistía que ha pactado Sánchez es un beneficio para los separatistas que quieren romper España.
Hace tres años Sánchez ya había pactado con el partido que es el descendiente de la ETA, Bildu. ¿Pedro Sánchez tiene una alianza con el terrorismo del País Vasco y ahora con el independentismo catalán?
Pedro Sánchez tiene una alianza con todas las minorías destructivas que no tienen otro objeto que aniquilar España, su unidad, su legado y todo aquello que caracteriza al español. Sánchez no tiene otro principio en la vida que el de la supervivencia en el poder. Y para ello está dispuesto a todo lo que haga falta. Siempre se pone el foco en Pedro Sánchez y a veces se obvia un poco la figura del propio Partido Socialista Obrero Español (PSOE). El PSOE es una formación cuya trayectoria histórica siempre ha estado o bien manchada en algunos casos de sangre, o bien de traición a la patria, o bien de realizar o ejecutar políticas que persiguen la división y fragmentación de la sociedad española.
El expresidente de gobierno del PSOE Felipe González y su vicepresidente Guerra se han opuesto completamente a la ley de amnistía y son dos figuras históricas del partido. ¿Sánchez incluso se está yendo contra la tradición de su partido?
Es que hay un error. Felipe González y Alfonso Guerra no representan la tradición del partido. Fueron una excepción, es un paréntesis en la historia de su partido.
El pacto de gobierno de Sánchez con las fuerzas izquierdistas y separatistas es un hecho consumado, pero ahora falta llevar a cabo los acuerdos, ¿Qué se puede hacer desde la oposición para evitar todo este pacto corrupto, de impunidad?
Teniendo en cuenta el asalto al Poder Judicial que está teniendo fruto del acuerdo entre Junts (partido separatista catalán) y el PSOE, así como la confrontación que están haciendo desde el Poder Legislativo, y de que tenemos por primera vez en la historia de España a una presidenta del Congreso que ataca la libertad de expresión de los diputados, eliminando frases del diario de sesiones. En este espacio, a parte del poder de la oposición en el Congreso, sobre todo, lo que queda es la calle. El PSOE ha cometido un error, y es que ha despertado a la nación española. Y eso tiene consecuencias.
Pero el Partido Popular (PP- centro derecha) tiene mayoría en el Senado, ¿No podría parar la ley de amnistía desde ahí?
El PP tiene una responsabilidad histórica, porque tiene la capacidad de, cuando llegue la ley de amnistía al Congreso, pedir un informe al letrado, y si este dictamina que es inconstitucional, puede coger y retirarla y que no entre a debate. Y, de paso, prestar un servicio, de ese modo, a la corona para que no tenga que llegar la ley arriba.
Si el PP claudica y la ley llega a la corona, ¿qué puede hacer el rey?
El rey es un rey constitucional. Por tanto, las capacidades del rey están marcadas en dos artículos de la Constitución. Y el rey tiene que ceñirse a eso. Es un espacio bastante limitado de movimiento. Bastante limitado. También es verdad que nos encontramos ante unas situaciones nuevas y que, por tanto, nos movemos en arenas movedizas, en el sentido de que no hay tampoco ni siquiera jurisprudencia como para poder saber cuáles son los límites a los que se puede llegar.
¿No hay jurisprudencia porque nunca el rey ha tenido una situación en la que se lleva un pacto político de esta naturaleza?
Nunca. El rey del mismo modo que los españoles, igual que ninguna democracia occidental y moderna, se ha enfrentado al hecho de que para alcanzar el gobierno se pacta una ley que tiene carácter constituyente y que, por tanto, implica un cambio de régimen político por la puerta de atrás, sin que haya tenido el apoyo de los españoles. Es un cambio de régimen y es una aniquilación del Estado de Derecho.
¿Un cambio de régimen de una democracia representativa a qué?
Una democracia de corte bolivariano. Esta es una democracia de nombre en la cual no impera el Estado de Derecho, sino lo que impera son las acciones despóticas de quienes ocupan, e insisto en la palabra, ocupan las instituciones.
Claro, pero esto es sui generis en la Europa moderna, ¿o no?
Sí, no hay ningún régimen político, por lo menos de los Estados Miembros de la Unión Europea, en el que pase nada parecido. De hecho, también eso pone en evidencia a la propia Comisión Europea, porque mientras que ha sido muy dura con Hungría y Polonia, e incluso hasta el punto de que Ursula Von der Leyen (presidente de la Comisión Europea) tardó un mes y medio en felicitar a Víctor Orban, el primer ministro de Hungría, pero con Pedro Sánchez tardó menos de 24 horas en felicitarlo cuando ganó. No es comparable para nada. De hecho, lo que está sucediendo en España atenta contra los más principios fundamentales sobre los que supuestamente se fundó la Unión Europea.
Si el pacto de Sánchez configura un cambio de régimen, ¿se le podría llamar a este pacto de coalición un golpe de estado per se?
No es que se le pueda llamar, es un golpe de estado. Estamos asistiendo ante un golpe de estado moderno. Los antiguos golpes de estado, como los veíamos, eran a través de golpes militares y este tipo de golpe se realiza a través de las propias instituciones democráticas. Porque la primera legislatura de Sánchez ha sido la legislatura de asalto al poder, de asalto de las instituciones, de prepararlas para dar un barniz de legalidad a actos que responden a intereses partidarios y por tanto no intereses nacionales.
El presidente del Tribunal Constitucional, y los otros miembros han sido puestos por el Partido Socialista, ¿verdad?
El actual presidente del TC es un exfiscal general del estado de Zapatero (expresidente socialista de España), y para que sus lectores se hagan una idea de la gravedad de los asuntos, uno de los miembros es un exministro de justicia del PSOE y otra fue una de las directoras del palacio de gobierno del mismo Sánchez.
¿Por qué si en general en el mundo los oficialismos han estado perdiendo las elecciones, en España los partidos de derecha no pudieron ganarlas?
Eso responde a un fenómeno que hay que analizar, porque hay que tener en cuenta que es un problema que incluye a las fuerzas de no izquierda. En España, el Partido Popular se dedicó a atacar a VOX. Mientras que Sumar y el PSOE se entendían y había una campaña coordinada por ellos, el PP, el PSOE y sus satélites mediáticos se dedicaron a demonizar a VOX. Y se ven las consecuencias. En la Argentina vimos en la primera vuelta que Juntos por el Cambio dedicó más esfuerzos a atacar a Javier Milei que a Massa. Ahora, en un gesto que creo que les honra, el PRO, sobre todo con Macri y Patricia Bullrich, se han puesto a las órdenes de Javier Milei o del proyecto, para desalojar del poder a las fuerzas kirchneristas, que son otra miseria. Ahora mismo el problema que enfrentamos las fuerzas conservadoras es que hay otras fuerzas que además siempre andan condicionadas por la izquierda, cuando no se mimetizan con ella, y es porque están más interesados en mantenerse que en que haya una alternativa.
Si el PP ataca tanto a VOX y no construye, ¿por qué son aliados en varias de las comunidades autónomas de España?
Porque en todo caso lo que siempre ha primado en VOX, más que un partido político, es que es un movimiento. Y sobre todo ha tenido bien claro que lo primero es desalojar a la izquierda. De ese mismo modo que VOX tiene incluso una serie de máximos programáticos, que no los va a poder ejecutar en algunos casos hasta que no tengan mayoría.
La oposición está en las calles. Hemos visto a la nación española despertar. Las instituciones están asaltadas, pero hay algunas salidas institucionales todavía a este pacto de corruptos. ¿Qué crees que vaya a pasar en España en los próximos meses con el gobierno de Sánchez? ¿Le ves fuerza para mantenerse? ¿Crees que este pacto con Junts y con Esquerra Republicana perdurará o Sánchez en cambio será censurado? ¿Cómo ves el panorama general?
A pesar de todo, con esperanza. Con esperanza primero porque se ve que la nación española, que el pueblo, reacciona firmemente y porque creo honestamente que las minorías destructivas y el PSOE se han equivocado y no han calculado bien lo que han hecho. Y eso va a tener una respuesta contundente porque la calle no se va. Los españoles no se van a apaciguar, la calle va a seguir manifestándose. Y también porque se van a encontrar instituciones que van a intentar mantener los principios de la democracia liberal en los que se basa España.
Entonces, ¿crees que no va a llegar a un buen puerto este nuevo pacto de Sánchez?
Creo que no va a llegar a un buen puerto y creo que llevará a los suelos a la izquierda. Creo que incluso en Argentina, aunque ganara Massa, hay un cambio que ya es inevitable. Que haya llegado alguien como Milei, con sus ideas y esa fuerza, a una segunda vuelta es impresionante. Los cambios que propone se van a acabar imponiendo y además van a acabar imponiendo cambios de ciclo.
¿Crees que viene una época ya a título general de Iberoamérica en la que va a haber una reacción que imponga un nuevo momento político?
Sí, sin ser un futurólogo, pero se ven las condiciones. Perú marcó el principio con la caída de Castillo. Por cierto, de un modo ejemplar para todas las naciones de la región, pero también para todas las naciones occidentales porque fue una demostración de que las instituciones democráticas con unos buenos políticos comprometidos e incluso también con el compromiso de algunos ciudadanos pueden frustrar golpes de Estado y revitalizar las instituciones. Eso se ha visto en Perú. En Chile se ha visto que la Constitución que acababa con el orden vigente en Chile se tumbó. En Argentina vemos que un Javier Milei llegar a la segunda vuelta. Por tanto, creo que hay motivos para la esperanza. Y vemos, además, que ahí donde gobiernan los izquierdistas los índices de popularidad están por los suelos. Solo hay que ver en Colombia cómo está el señor Petro.
Para terminar, ¿Cuáles son los siguientes pasos para la Fundación Disenso o para el Foro de Madrid?
No somos muy dados a hacer anuncios porque, de hecho, como dice el presidente de esta casa (Santiago Abascal), las estrategias se aplican y no se cuentan. Pero, el Foro de Madrid-Disenso va a seguir trabajando con mayor intensidad y, como siempre, va a seguir prestando una gran cantidad de recursos y esfuerzos a las alianzas internacionales. Seguiremos haciendo anuncios. Este ha sido un año muy bueno y, de hecho, recientemente hemos anunciado la incorporación del excanciller de Brasil, Ernesto Araújo, a la Fundación en calidad de asesor internacional.