En conmemoración del 1390 aniversario de la celebración del IV Concilio de Toledo, la Fundación Disenso presenta una nueva efeméride, la número 53.
El 5 de diciembre del año 633 se firmaron en la basílica de Santa Leocadia las actas del IV Concilio de Toledo. En ellas, el monarca Sisenando, junto con representantes del clero, como el obispo Isidoro de Sevilla, que también personificaban a la población hispano-romana, dejaron por escrito las normas que fijaron la gobernanza de aquel reino. El objetivo fundamental era lograr la unidad y estabilidad del Reino Visigodo.
Pese a que no se logró esa ansiada estabilidad, el IV Concilio es uno de los hitos más representativos de la etapa hispano-visigoda. En él se establecieron pautas que regirían el territorio durante la siguiente centuria y se instauró el Rito Hispánico, que unificó la fe y la liturgia de los cristianos peninsulares.

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