Bajo el paraguas de la Smithsonian Institution, el objeto del museo era honrar la atribución del mundo hispano, que en la actualidad representa a cerca del 20% de la población del país, a la historia de Estados Unidos. Sin embargo, las estructuras del museo han sido tomadas por la izquierda woke y tiene programada una agenda ideada por el movimiento “descolonizador”, algo que se ha podido apreciar en su exhibición inicial “¡Presente!”. Dicho movimiento se agravó en 2020 y está vinculado a grupos de activistas como el Black Lives Matter. Incluso en junio de ese año llegaron a derribar la estatua de fray Junípero Serra -defensor de los pueblos indígenas de la California- y a asaltar la de Miguel de Cervantes en San Francisco.
Nombres famosos, no vinculados al mundo museístico o académico, tales como las actrices Sofía Vergara y Eva Longoria o el chef José Andrés, forman parte de su junta directiva, compuesta por 19 miembros.
Para desgranar la significación y la deriva anti-Hispanidad que ha tomado el Museo Latino, la Fundación Disenso presenta su informe XXIII: “Museo Latino” en Washington DC: una oportunidad perdida.